SIGUE MI SENDERO

miércoles, 9 de febrero de 2011

LA PIEDAD



J.J.D.R
Hablar de Miguel Ángel Buonarroti es hablar de perfección y belleza. El artista y gran maestro Italiano, llenó de magia y esplendor no sólo los lugares dónde su obras quedaron instauradas para la posteridad, sino toda una época de apogeo brillante y genio desbordado, impregnado de un tesón infinito por adquirir la perfección en cada una de sus obras de arte.
De entre las magníficas obras eternas de Miguel Ángel, La Piedad, seguramente sea su obra más íntima. Él sentía que su don artístico era producto de la gracia de dios, y ante la oportunidad de mostrar la pasión que fluía de su interior, fruto de su fe, creó una obra sublime donde la belleza del conjunto escultural paraliza al espectador.


LA PIEDAD
En un bloque de delicado mármol de carrara, sacó una de las composiciones artísticas más bellas que se han creado nunca, dónde el maestro supo plasmar al detalle el dolor de una madre ante su hijo muerto. Fue su primer gran éxito como artista. Supuso un triunfo precoz en una época en la que los genios se multiplicaban por centenas, y sólo los grandes maestros alcanzaban la gloria.
La obra fue encargada por el cardenal San Dionisio Jean Bilhéresde Langraulas, cuyo contrato se firmó el día 26 de agosto del año 1498, y cuyo trabajo le reportaría a Miguel Ángel la cantidad de 450 ducados de oro. La obra tenía que estar acabada en el plazo de un año.
Tenía 23 años cuando se le encargó la escultura. Para comenzar, eligió un bloque de mármol de las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana.



Un único bloque. Pero no elegido al azar, sino estudiado por los ojos del gran maestro, el cual podía ver en el interior de la roca, cómo la obra terminada, clamaba ser rescatada de su prisión pétrea.


"Dime, oh Dios, si mis ojos, realmente, la fiel verdad de la belleza miran; o si es que la belleza está en mi mente, y mis ojos la ven doquier que giran"
M.A.Buonarroti


Durante aquel año Miguel Ángel trabajó sin descanso hasta que, a pocos días de expirar el plazo de entrega de la obra, por fin su escultura vió la luz.
Le expectación fue grande y aún más la fascinación por la obra acabada. En seguida, como la pólvora, se propagó la grandeza de Miguel Ángel y su aclamada Piedad.
Soportada por una base de 60 cm, que recuerda un peñasco del calvario, la figura de una sedente María, hermosa, delicada y joven, sostiene en brazos a su hijo muerto, al que Miguel Ángel presenta sin los rigores del martirio y de forma tan equilibrada que parece flotar en el regazo de su madre.


LA PROFUNDIDAD DE LA OBRA


Éste equilibrio se ve reflejado en el brazo que cae extendido de Jesús, y el brazo izquierdo de María, que se extiende levemente en un gesto de incomprensión y acatamiento.


DETALLE DEL ROSTRO DE MARÍA
El rostro del difunto Jesús es hermoso y refleja serenidad. María absorbe la atención de la obra ceñida en el gesto de su rostro, que refleja el dolor contenido y la resignación, inclinando levemente la cabeza y cerrando casi por completo los ojos de un rostro joven e inmaculado.
Miguel Ángel Buonarroti vio su obra expuesta sobre la tumba del cardenal que la mando realizar, aunque el propio cardenal no pudo disfrutar de ella, ya que días antes de ser presentada murió. Entre tanto reclamo del nuevo genio Italiano, que era requerido por todos, y al cual pronto le lloverían grandes encargos, también aparecieron los que viendo obra tan sublime terminaron diciendo que no podía pertenecer a Miguel Ángel por ser éste demasiado joven para haberla realizado. El rumor corrió tan rápido que, en poquísimo tiempo, ya se decía que había sido el artista lombardo Christoforo Sorlari el autor de la escultura.
Cuando llegó a oídos de Miguel Ángel dichos rumores, para acallar cualquier duda y terminar con el asunto de una vez por todas, aquella misma noche cogió su cincel y grabó sobre la banda que cruza el pecho de María lo siguiente: “Miguel Ángel Buonarroti, Florentino, lo hizo”
Es la única obra firmada por el maestro del renacimiento.

ROSTRO DE JESÚS


La piedad ha sido trasladada varias veces. Su segundo emplazamiento estuvo en la Capella Della Vergine Delle Febbre, para tiempo después y por orden de Gregorio XIII, pasar al coro de Sixto IV. Desde éste último lugar, se trasladó finalmente a la capilla de la Piedad en la Basílica de San Pedro del Vaticano, dónde hoy se puede admirar.
Pero no todo ha sido admiración ante la escultura de Miguel Ángel.
En el año 1972, un perturbado mental atentó contra la Pietá.
Serían alrededor de las 11 de la mañana del día 21 de mayo (día de Pentecostés), cuando Laszlo Toth camuflado entre los feligreses que se aproximaban a la Piedad, apartándose del grupo, sacó un martillo y la emprendió a golpes con la figura de mármol.
Para cuando los agentes de seguridad quisieron reducirle, los golpes violentos de Laszo habían ocasionado grandes desperfectos en la figura de María. Partió el brazo de la virgen, además de romper la nariz y las cejas del rostro.
LA DETENCIÓN DE LASZLO TOTH




"Desde que amanece el día puedes pensar: hoy he de encontrarme con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un envidioso y un egoísta"
M.A. Buonarroti


Quisieron linchar al hombre allí mismo, pero la actuación de la policía lo impidió. Cuando era trasladado por los carabinieri gritaba poseído ¡Soy Jesucristo! ¡Soy Jesucristo!
Húngaro de nacimiento, Australiano de nacionalidad y geólogo de profesión, éste individuo de 33 años fue condenado a 9 años de cárcel, cuya condena se tradujo en traslados continuos a varios centros psiquiátricos para posteriormente ser deportado a Australia su país de nacionalidad. Hay que decir que el atentado cultural de Laszlo Toth tuvo incluso adeptos, creándose en torno a la figura de éste perturbado, un movimiento en contra de la institucionalización del arte.
MOMENTO EN EL QUE LASZLO GOLPEA LA PIEDAD

Y digo yo ¿A caso Miguel Ángel Buonarroti creó alguna institución artística? ¿Pensó el maestro, mientras las heridas en sus manos le desgarraban la piel a cada golpe de cincel, en algún otro propósito que no fuese crear la belleza que anhelaba y dar rienda suelta a su magistral arte?
Después del siniestro altercado, la Piedad tuvo que ser restaurada. Se encargó tan delicada faena al director de los museos vaticanos Deodecio Redig de Campos. Para restaurar las partes deterioradas, se ayudaron de una copia exacta fabricada en el año 1964 en yeso, y cerca de 3000 fotografías que fueron tomadas para la exposición internacional que hubo en Estados Unidos.
DETALLE DE LOS DESPERFECTOS OCASIONADOS

Le debemos a Laszlo Toth el hecho de que hoy día no podamos disfrutar plenamente de la grandeza de la obra. Antes de sufrir el ataque, una simple barandilla separaba el grupo escultórico del público, lo que facilitaba observar con detalle la Piedad. Hoy, permanece tras un grueso cristal a prueba de balas, dónde apenas podemos apreciar la magnitud de su belleza.
"No sé que es preferible: el mal que hace bien o el bien que hace mal"
M.A.Buonarroti
Michelangelo di Ludovico Buonarroti Simoni (Caprese, 6 marzo 1475 – Roma 18 de febrero 1564), firmó con la edad de 23 años el reflejo de su espíritu hecho piedra. Nos regaló la imagen del dolor mutado en belleza y nos legó un patrimonio artístico incalculable, cuyo origen fue la naturaleza de su infinito arte, y nuestra obligación es la de contribuir a su conservación para siempre…incluso a pesar del tiempo.


MIGUEL ÁNGEL


Aportes y Datos:
Bibliografia
Michelangelo  (Irwing Stone, Edit. Planeta Internacional)
Historia del Arte Edit, Espasa
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Piedad_del_Vaticano
http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_%C3%81ngel




No hay comentarios:

Publicar un comentario en la entrada