SIGUE MI SENDERO

jueves, 22 de diciembre de 2011

EL SALAR DE UYUNI (ESPEJO DE LA TIERRA)


J.J.D.R.
El horizonte se pierde en la inmensidad salina del desierto andino. La fina capa de agua que cubre la agrietada superficie, repele la luz del sol convirtiendo la gigantesca planicie boliviana en el mayor espejo natural del planeta.

SALAR DE UYUNI


En la provincia de Daniel Campos – departamento de Potosí (Bolivia)-, el infinito se vuelve abstracto e imperceptible en la lejanía. Bajo la techumbre altiva de los enormes volcanes de la cordillera; nubes, sol y estrellas, coquetean con el reflejo centelleante que muestra la superficie del mayor desierto de sal del mundo.

CIELO Y TIERRA SE VUELVEN UNO SÓLO

La belleza del paraje es sobrecogedora. En medio de la nada más absoluta, dónde el clima se transforma en gélido viento y ardiente sol, el reflejo nítido y perenne del mundo se mantiene frío y desértico en las alturas del altiplano andino.

UYUNI ES UN ENORME ESPEJO CRISTALINO

A más de 3000 metros sobre el nivel del mar, el salar de Uyuni exhibe su magnitud y belleza extrema. Fuertes y constantes vientos son el denominador común en la región dónde, además, el frío y un sol inmisericorde, azotan a los viajeros que se adentran en sus remotos senderos.
Hace unos 40.000 años en la región de Uyuni se asentaba un enorme lago llamado Michin y posteriormente hace 11.000 años otro lago llamado Tauca.

DESIERTO DE SAL

Las fuertes precipitaciones eran constantes y unidas a un clima húmedo continuo. Los lagos crecieron hasta posicionarse 100 metros sobre el nivel del mar. El clima cambió con el paso del tiempo volviéndose mucho más cálido y seco lo que varió enormemente la superficie y el volumen de los lagos para finalmente quedar aislados en el altiplano boliviano formando el gigantesco salar que hoy día podemos ver.

ISLA DE HINCAUASI (ISLA DEL PESCADO)

Cerca de 12.000 km cuadrados comprenden los límites del salar de Uyuni desde el sur de la ciudad de Oruro hasta las regiones al oeste de Potosí.
Varias capas superpuestas de salmuera y barro lacustre conforman la superficie del salar, teniendo grosores que oscilan entre un metro y los diez metros de espesor. La profundidad total del salar de Uyuni se estima en 120 metros de profundidad.


Estimaciones oficiales como las concluidas por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), cifran la cantidad de sal que cubre el desierto de Uyuni en ¡10.000 millones de toneladas!, de las cuales son extraídas anualmente unas 25.000 toneladas, además de 140 millones de toneladas de litio.
El salar de Uyuni es la mayor reserva de litio del mundo. El terreno también segrega ingentes cantidades de metales como potasio, boro o magnesio que, una vez tratados convenientemente, generan pingües beneficios a la región y al país andino.


La sal que produce el enorme desierto blanco es tratada y procesada casi en su totalidad en la cercana localidad de Colchani a escasos dos kilómetros del salar.
De la factoría salen anualmente 18.000 toneladas de sal debidamente tratada para consumo humano, y cerca de 2700 toneladas para consumo animal, comercializados posteriormente por cada rincón del país.
En éste mágico rincón del planeta la tierra y el cielo juegan al despiste. Los reflejos y la realidad se tornan en bello espectáculo natural que confunde la vista del espectador que observa el paisaje.
Diferentes variedades de flamencos disfrutan en Uyuni de un paraje único de nutrientes básicas para su dieta rica en sales y algas.

IMPRESIONANTE TOMA DEL SALAR 

La zona estuvo poblada desde época remota como demuestran los restos arqueológicos hallados en grutas ribereñas y la aparición de momias de gran valor histórico.
En medio de la desértica planicie una isla se alza como un faro en medio del océano.
La isla de Incahuasi, también conocida como isla del pescado, parece un oasis en el centro de la nada absoluta. Su extensión es de 24,62 hectáreas de arbustos y lechosos cactus, los cuales llegan a medir cerca de 10 metros de altura.

VISTA SATELITAL DEL SALAR DE UYUNI

Desde lo alto de la isla, la visión de la planicie cristalina de Uyuni es considerado un espectáculo sublime. Tan sublime como ver las estrellas del firmamento reflejadas en la planicie andina, mientras la gigante mole del volcán Tunupa peina sus riscos inalcanzables azotados por el viento. Bajo la techumbre de los gigantes pétreos de la cordillera andina, el salar de Uyuni esconde una mágica cualidad inigualable en el mundo; la capacidad de ver el cielo y la tierra enrocarse en un íntimo abrazo bajo la línea invisible del horizonte.

Aportes y Datos:
Altiplanoextreme.com
http://www.altiplanoextreme.com/andinismo/uyuni.htm
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Salar_de_Uyuni
Página oficial del salar de Uyuni
http://www.uyuniland.com/

martes, 13 de diciembre de 2011

LA PUERTA DE ARAMU MURU


J.J.D.R.
En una región poco transitada por los turistas y alejada de las visitas guiadas del famoso y cercano lago Titicaca, se ubica un lugar de mágica apariencia y enigmática historia aún no revelada por la ciencia.
Al norte de la localidad de Chucuito y separado unos 35 kilómetros de la ciudad de Puno (Perú), se encuentra la “ciudad de los espíritus” o “Huyu marca” en lengua de los aymaras, sitio en el que se descubrió la puerta de “Aramu Muru”.

LA PUERTA DE ARAMU MURU

Sobre una verde pradera se elevan continuos farallones rocosos formando un bosque de piedra de grisáceo aspecto. Tallado en la pared de uno de los picos de granito, inquietantes líneas rectangulares dibujan lo que en apariencia parece simular una gran puerta. Sus siete metros de altura por siete metros de ancho están labrados sobre una superficie perfectamente pulida, y sólo a escasos centímetros de la base, un enigmático hueco en forma de T parece representar una cerradura que abriría la extraña puerta que, según las antiguas tradiciones orales de locales, es el acceso al mundo de los espíritus.
Sobre estas leyendas y lo que parecía tan sólo un mito, los historiadores, arqueólogos y etnólogos, tacharon la existencia de la puerta de Aramu Muru como una mitificación de algún lugar sagrado inexistente en la actualidad.


La puerta fue hallada por un hombre de origen aymara llamado Luis Delgado Mamami. Cuenta que tuvo numeroso sueños de índole extraña en los cuales se le aparecía una extraña puerta grabada en una roca y el sendero que comunicaba con ella. Durante semanas los mismos sueños manejaron su mente hasta que, paseando un buen día por una ruta cercana al lago Titicaca, divisó las agujas rocosas que le recordaron al instante el lugar descrito en sus continuos sueños.
Al poco tiempo y después de hablar con los más ancianos lugareños, los cuales le contaron numerosas historias sobre aquel lugar e incluso le recomendaron no acercarse pues decían era la entrada al infierno; llegó hasta la puerta de Aramu Muru, y delante de ella rememoró las historias que sobre tan curioso sitio le habían narrado.


Cuenta la leyenda que tras las atrocidades cometidas por los conquistadores españoles en la ciudad de Cuzco, un sacerdote del templo de Coricancha llamado Aramu Muru escapó de la ciudad portando un disco de oro de origen sagrado regalo de los dioses que había de poner a salvo a toda costa.
Ante el miedo de que los españoles pudieran arrebatarles la sagrada pieza, el sacerdote escapó de la ciudad y se adentró en las lejanas montañas buscando refugio para su divino tesoro.
La pieza de oro había sido tallada por los dioses, quienes la habían dotado de poderes curativos y sanadores convirtiéndola en una pieza fundamental para el pueblo Inca.
Tras perderse en un bosque pétreo de agujas rocosas el sacerdote Aramu Muru llegó hasta la ciudad de los espíritus y contactó con los viejos y sabios yatris o chamanes de la zona, quienes le comunicaron la existencia de una enorme puerta que daba acceso al mundo de los espíritus y del ritual necesario para entrar en él.

LAGO TITICACA

Aramu Muru encontró el lugar descrito por los sabios ancianos y siguiendo sus indicaciones logró traspasar la sagrada roca y penetrar al mundo de los espíritus poniendo ha salvo el disco sagrado de su pueblo.
La enorme puerta tallada en la pulida roca pasaría a llamarse desde aquel instante de Aramu Muru, en memoria del sacerdote del templo sagrado salvador y custodio del disco de oro regalo de los dioses.
Después serían los españoles los encargados de desprestigiar el lugar, desmitificando cualquier posible rasgo sagrado y atribuyéndole al sitio un carácter maligno diciendo sobre él que era la puerta de entrada al infierno.

EL CERCANO BOSQUE DE PUNO

Hoy en día los visitantes de la misteriosa y singular puerta labrada en la roca, colocan sus manos y posan sus cabezas en el granito intentando ver a través de la piedra los secretos del mágico mundo que dicen se haya detrás. Muchos son los que tras la experiencia dicen haber visto extraños fuegos y luces perpetuas, visiones que en todo momento son acompañadas de una cálida melodía musical que transporta al iniciado a un lugar indescriptible.
También se dice que en determinados días, en los que el astro rey traspasa con su luz la piedra, la puerta tallada en la roca se vuelve transparente y se puede apreciar al otro lado una ciudad claramente iluminada.
Sobre la antigüedad de la puerta de Aramu Muru nada se sabe, así como del periodo en el que comenzó a ser ritualizada por los habitantes de la zona.


Actualmente carecemos de estudios serios que indiquen por quién fue construido Aramu Muru, al igual que tampoco nada se sabe sobre su significado ritual o para qué servía.
Como dato significativo añadiré que en época del imperio Inca, las leyendas de la existencia de la puerta de Aramu Muru eran muchas y variadas, pero en ninguna de ellas se menciona que fueran los propios Incas los que construyeron la puerta sobre el farallón rocoso, lo que puede ser significativo de que ya existiera con anterioridad a ellos.
Actualmente no sabemos mucho sobre el significado de la puerta, pero son muchos los grupos de gentes de toda índole que sobre la talla en la roca han plasmado las más diversas y descabelladas hipótesis rocambolescas.
De lo que no hay duda es que la puerta labrada en la roca es un intrigante enigma aún sin desvelar, uno más de los muchos que se hayan distribuidos por la geografía de un país tan mágico como lo es Perú.
PUERTA DE ARAMU MURU

PUERTA DE DEL SOL DE TIAHUANACO

Para finalizar me gustaría resaltar la similitud que comparten la puerta de Aramu Muru con la puerta del sol de la ciudad Inca de Tiahuanaco, ambas de parecido aspecto tanto en su talla como en sus formas geométricas.
Los mágicos senderos de nuestro planeta esconden en cada recodo del camino lugares de influencias místicas y desconocidos aspectos, muchos de ellos amparados tras la bruma del tiempo, que esperan ser rescatados de su olvido para mostrarse en su auténtica plenitud.

Aportes y Datos:
Arqueología del Perú
http://www.arqueologiadelperu.com/?p=2459
Wikipedia

http://es.wikipedia.org/wiki/Portal_de_Aramu_Muru


martes, 6 de diciembre de 2011

LA LEYENDA DEL TEMPRANILLO


J.J.D.R.
José María Hinojosa Cobacho nació en Jauja, pequeña aldea de la pedanía de Lucena (Córdoba), en junio del año 1805. Nació tal vez un día 21 o quizás un 24, pero lo seguro es que lo hizo rodeado por la hambruna de un país desolado por el analfabetismo y la pobreza.
Sus padres, Juan y María, humildes y jornaleros, trabajaban de sol a sol en las tierras de un señorío cordobés. Por ello José María, desde muy pequeño, supo de la dureza del campo y los sinsabores de una vida llena de sudor, esfuerzo, dolor y escarnio.


PAISAJE DE SIERRA MORENA

Pero la vida del joven José María daría un repentino y brusco cambio el día 29 de septiembre de 1820 cuando se encontraba en plena romería de San Miguel.
Ante decenas de personas las navajas de dos hombres chocaron con estrépito junto a la Ermita de los Montes. En pocos segundos, sobre un charco de sangre yacía el cadáver de un hombre asesinado. Su joven verdugo, por cuyas manos resbalaba aún la sangre caliente de su víctima, subió a lomos de un caballo y salió al galope buscando refugio en los montes de Sierra Morena.
La pena capital sería su castigo de resultar apresado.
Sus ojos grises manaban furia y abrasador brillo y, a pesar de contar con tan sólo 15 años de edad, José María Pelagio Hinojosa Cobacho, mientras cabalgaba enfurecido a lomos de su caballo, comenzó a escribir el primer capítulo de su corta e intensa vida como bandolero, y dictó con sangre el prólogo de sus hazañas y fechorías bajo el nombre del “Tempranillo”.
Del motivo por el cual José María asesinó aquel hombre poco o nada se sabe. Son tres las versiones que sus biógrafos contemplan como plausibles, pero las tres coinciden en que se batió en duelo para vengar una grave afrenta personal. Unos dicen que su madre fue ultrajada, otros, que vengó y mató al asesino de su padre. Pero la más popular, quizás por sus tintes románticos, cuenta que fue una joven muchacha a la que amaba la que sufrió escarnio y vergüenza por fuerza de aquel hombre y, para defender su honor, José María se enfrascó en la riña que terminó con la vida del desdichado.
Con tan sólo 15 años de edad se adentró en los montes cordobeses para escapar de la justicia y así salvar su vida.




Con estos hechos delictivos nacía una de las grandes leyendas españolas del siglo XIX que terminaría evocando toda una época de hazañas románticas alrededor del bandolerismo asentado en las sierras españolas, y que tanto dieron que hablar en España y en toda Europa.
Tirado en el monte pronto supo defenderse y sobrevivir, uniéndose enseguida a la banda de los “siete niños de Écija”, ejerciendo el pillaje y el contrabando.
Su capacidad de liderazgo y su carácter sobrio y decidido en breve le sirvió para ganarse el respeto de los miembros de la banda que le pusieron por nombre el Tempranillo, supuestamente por la precocidad con la que comenzó a evadir la justicia y a delinquir.
En la banda de los siete niños de Écija se encontraban hombres capaces de cualquier cosa.
Entre ellos estaba José Ulloa, más conocido como el Tragabuches, aficionado novillero que tras un percance con su caballo en el que resultó herido, volvió antes de lo previsto a su casa encontrándose a su mujer con su amante.  Sin mediar palabra, y a pesar de tener inmovilizado un brazo, estranguló al hombre y degolló a su mujer en el acto, huyendo a continuación hacia la sierra para esconderse de la justicia.


SIERRA MORENA

Pasado un tiempo José María se dio cuenta de que no era hombre de aguantar órdenes de nadie, y con 18 años de edad, formó su propia banda de delincuentes, con la que se lanzó al delicado y nada fácil oficio de asaltar carruajes y diligencias por los desamparados y polvorientos caminos de las serranías andaluzas.
Su quehacer convicto pronto fue reconocido. Al ensañarse sobretodo con los carruajes de la hacienda del reino, la merma en las arcas del rey Fernado VII comenzó a ser tan sustanciosa que el monarca decidió poner cerco al cada vez más incómodo Tempranillo enviando tras las huellas del bandolero la élite de su soldadesca, los Migueletes.



Los asaltos a las diligencias eran previamente estudiados por José María quién, con tan sólo 20 años, ya contaba entre las filas de su banda con más de 20 hombres bien armados y que le obedecían incondicionalmente, todos ellos mayores que él.
José María era un hombre de pequeña estatura pero de constitución robusta. De él se dice poseía una profunda y enigmática mirada que poseía el don de traspasar el alma de la gente.
A parte de sus 50 hombres bien pertrechados y temibles, José María contaba con una excelente red de espionaje por toda Andalucía que le detallaba las rutas de los carruajes de la hacienda del reino.



Bajaba asiduamente a los pueblos para ayudar a los más necesitados y ofrecerse como guardián de su seguridad.
La leyenda del Tempranillo recorrió los cuatro puntos cardinales de la península ibérica erigiéndose como defensor de las libertades del pueblo llano, lo que sirvió para que escritores y artistas de reconocido prestigio buscasen al héroe de Sierra Morena.
Prooper Mérimée haciéndose eco del sentir popular escribió la famosa frase; “en España manda el rey, pero en Sierra Morena manda el Tempranillo”.


RONDA (MÁLAGA) LUGAR PREDILECTO DE LOS BANDOLEROS

También el escritor y arqueólogo Francés narró la picardía y buenas formas del Tempranillo en textos como este; “Ah, señora, una mano tan bella no necesita adornos. Y mientras desliza la sortija fuera del dedo, besa la mano de un modo capaz de hacer creer, según la expresión de una dama española, que el beso tenía más valor que la sortija.”


ASALTO A LA DILIGENCIA "FRANCISCO GOYA"

También escribieron sobre José María autores como Theophile Gautier, Astolphe Custine, y la viajera y escritora francesa Valérie Gasparin, quién recorrió España a mediados del XIX y escribió sobre las bondades del Tempranillo como demuestra esta frase; “líbrese usted de creer que el capitán amansara tesoros. Lo que recibía o tomaba, sus manos lo distribuían inmediatamente”.
Del valor y la fortaleza del Tempranillo nos cuenta lo siguiente Richard Ford; “La mano izquierda la tenía destrozada por habérsele descargado una pistola accidentalmente y haber tenido que curarse a sí mismo durante veinticinco días, pasados siempre a caballo”.
La estampa de José María a lomos de su caballo bayo blanco, con sus dos pistolas y su navaja sujetas a su faja, se convirtió en la estampa más temida y a la vez más admirada de toda Andalucía.
El pintor J.F. Lewis lo retrató de ésta guisa en el mejor retrato que del personaje se guarda en la actualidad.



El Tempranillo se casó con una bella gaditana de Torre Alháquime llamada María Gerónima Francés. Junto a ella viviría uno de los episodios más trágicos de su vida en un cortijo de Grazalema un 6 de enero de 1832.
Su joven esposa estaba a punto de dar a luz. Los Migueletes, que no perseveraban en abatir al bandolero, cercaron el cortijo poniendo en serios apuros a José María. Los hombres del rey no sabían si el bandolero estaba solo o junto a su banda, lo que les llevó a tener prudencia y esperar acontecimientos. En aquella terrible situación, acorralado y sin salida, María Gerónima se puso de parto en el momento preciso en el que comenzó el intercambio de disparos. Durante un largo rato el fuego cruzado chasqueó los muros del cortijo, y entre disparo y disparo, el llanto de un niño quebró el aire y mojó la pólvora. María Gerónima había dado a luz un niño, pero perdió la vida tumbada bajo un  tremendo charco de sangre.
Sumido en un trance de odio y desesperación José María cogió el cuerpo de su hijo y el de su mujer y montó su caballo, embistiendo al galope las filas de los Migueletes que, cogidos por sorpresa, vieron cómo el bandolero evadía el cerco sin ser abatido.
A la mañana siguiente el Tempranillo bajó al pueblo acompañado de los hombres de su partida. El pueblo de Grazalema se temió lo peor. Las fuerzas del orden se encontraban allí y todo indicaba que José María quisiera tomarse justa venganza. Pero nada de esto ocurrió. Entregó el cuerpo de su amada mujer a sus padres y se dirigió a la iglesia del pueblo dónde pidió para su hijo el bautizo.
El sentimiento profundo de dolor del Tempranillo fue respetado aquel día. Nadie osó intervenir para apresarle y, una vez fue oficiado el bautizo, regresó a los montes seguido de su banda en completo silencio.


GRAZALEMA (CÁDIZ)

En el año 1832 Fernando VII decretó un indulto en Estepa para aquellos bandoleros que quisieran reinsertarse a la sociedad y abandonar la sierra.
Pactó con el Tempranillo, ofreciéndole liderar un grupo que trataría de acabar con el bandolerismo. Así, aquel que fue máximo exponente de los furtivos bandoleros en España, comenzó a perseguir aquellos hombres que no quisieron unirse a él  escondiéndose en las montañas. Uno de ellos fue el veneno, que renegó de cumplir con el decreto y desafió al Tempranillo diciéndole que lo buscase en la sierra. Lo encontró en diciembre de 1832 y lo entregó a la justicia que lo llevó al cadalso poco después.  






La leyenda del Tempranillo se truncó en las inmediaciones del cortijo de Buenavista en la Sierra de la Camorra junto a la localidad de Alameda en Málaga, el 22 de septiembre de 1833.
Fruto de una emboscada, su grupo se vio sorprendido por un antiguo compañero de fechorías.
El Barberillo, en un intercambio de fuego, acertó de lleno sobre el pecho de José María que cayó fulminado al instante.


TUMBA DEL TEMPRANILLO



Tenía 28 años, pero a pesar de su corta edad, su vida se apagó como si un siglo de vicisitudes pesaran sobre su alma.
Su muerte no hizo más que avivar la leyenda del niño que se hizo hombre en Sierra Morena, y creció el mito de un joven de ojos grises que robaba a los ricos para dar de comer a los pobres, llamado José María Hinojosa Cobacho…por todos conocido como el “Tempranillo”.



Aportes y Datos:
Ruta Del Tempranillo o.r.g
http://rutadeltempranillo.org/
Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/El_Tempranillo
http://es.wikipedia.org/wiki/Bandolerismo


Recomiendo escuchar:
Podcatst:
La Rosa de los Vientos,
Pasajes de la Historia de Juan Antonio Cebrían
http://www.ivoox.com/pasaje-historia-jose-maria-tempranillo-audios-mp3_rf_358155_1.html



















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