J.J.D.R.
Un humo ceniciento asciende desde la base del campamento. A cierta altura, unos trescientos metros del suelo, se forma una estrecha capa de niebla blanquecina que dificulta la respiración, nublando la visión y entorpeciendo cada movimiento que realizan en las alturas los recolectores de miel del Nepal.
CAZANDO EL ORO DORADO DE LOS NIDOS DE LA APIS LABORIOSA (Foto ericvalli.com) |
Sobre la piedra antigua de los montes malayos, en la región de Surkhet entre grietas y agujeros, unos pocos pies desnudos se aferran a la vida con tan sólo la ayuda de trenzadas cuerdas y algunas escaleras fabricadas con caña de bambú.
Colgados del abismo, desafiando la muerte, los recolectores se acercan con antorchas encendidas hasta llegar a escasos metros de los codiciados nidos de la Apis Laboriosa, la mayor y más productiva abeja melífera del mundo.
ENORME PANAL DE LA ABEJA DE LAS ROCAS (Foto Éric Tourneret) |
Dos veces al año en sus arriesgadas batidas de recolección, los diferentes pueblos se desplazan hasta las faldas de los acantilados. Aunque hombres y mujeres comparten diariamente sus tareas, la recolección de la miel y su procedimiento y ritual, es una tarea sólo permitida a los hombres y un legado que pasa de padre a hijo.
Al llegar a los pies de la montaña se asienta el campamento y se procede a los rituales antes de abordar la pared rocosa.
EL HUMO ADORMECE A LAS ABEJAS (Foto Éric Tourneret) |
Aunque cada etnia tiene su propia ceremonia, casi todos coinciden en la ofrenda de flores, fruta y arroz, amenizado todo ello con plegarias que son tributo a la Apis Laboriosa y en honor de aquellos hombres que jamás llegaron a descender con vida de las alturas.
Foto Éric Tourneret |
Las grandes y verdes hojas sirven para que el humo suba en chimenea hasta alcanzar las colmenas y adormilar de esta manera a las abejas. Acto seguido son los hombres los que, sin ningún tipo de arnés o elemento de seguridad, se descuelgan sobre las trenzadas sogas hasta llegar a escasos metros del nido. Utilizando una larga vara, en cuyo extremo han colocado un machete, seccionan en cuartos el panal y lo depositan en los fardos y capachos que bajan hasta la base del campamento.
Foto Eric Valli |
Los nidos de las abejas llegan a medir hasta un metro de longitud y ochenta centímetros de ancho, son enormes circunferencias rojizas que sobresalen del acantilado como abanicos abiertos en el cielo asiático.
Un ejército de rayados soldados lucha por no caer en el aturdimiento que provoca el áspero humo que desprenden las antorchas y revolotean alterados prestos para lanzar sus aguijones sobre los atrevidos ladrones.
Protegidos con sus Lukspa-rudimentarios sayos fabricados con fibras de ortigas- los cazadores de miel de la etnia Raji, cortan con sus grandes varas de caña los panales repletos de rica y codiciada miel.
Foto Eric Valli |
Durante la jornada de caza que suele durar de tres a cuatro horas, cada individuo ha de protegerse de las picaduras de las abejas mientras el humo les nubla la visión y sus fosas nasales se obstruyen con el hollín. Pero no hay día en el que los penetrantes aguijones, dejen de sellar con dolor la piel de los intrépidos recolectores.
Generación tras generación, diferentes etnias del Nepal cosechan los frutos de la Apis Laboriosa o abeja de las rocas, con la perfección desarrollada durante siglos colgados entre los acantilados y riscos a alturas sorprendentes.
TRAS UNA JORNADA AGOTADORA (Foto Éric Tourneret) |
La mayor abeja melífera del mundo, que llega a medir tres centímetros de longitud, es endémica de las regiones del Himalaya y puede construir sus enormes nidos a alturas superiores a 3500 metros, siendo sus panales capaces de reunir hasta 60 kilos de miel. El aguijón de la Apis Laboriosa es de pequeño tamaño siendo su efecto terriblemente letal.
Foto Éric Tourneret |
El fruto de las colmenas es muy codiciado en el mercado mundial y su precio puede superar hasta cinco veces el precio de una miel común. Una de las características más sugestivas de esta rica miel es el efecto relajante que produce su consumo producto de la ingesta por parte de las abejas de la grayanotoxina que se encuentra en el néctar de los rododendros blancos.
EL ORO DORADO DEL HIMALAYA (Foto Eric Valli) |
Durante siglos y siglos, los Raji, Irula, Kutumba y otras etnias nepalíes, han cosechado la miel de los árboles y acantilados para el uso terapéutico de su pueblo o como moneda de intercambio comercial con otras tribus de la zona. El incremento del turismo y la proliferación de los campos de cultivo de té, unido a la expoliación de los nidos de abeja fuera de los periodos establecidos de manera natural, están poniendo en jaque la continuidad de la especie melífera y el sustento de los pueblos de la región.
El trabajo de dos fotógrafos, Éric Tourneret y Eric Valli, es eco vivo y testimonio viajero de las andanzas de estas etnias nepalíes por sus extensos territorios a través de senderos legendarios y tras la búsqueda de las abejas melíferas del Nepal.
Foto Eric Valli |
Desde tiempos inmemoriales, testimonio de vida y riesgo mortal grabado en rupestres pinturas de más de dos mil años de antigüedad, las genuinas sociedades tribales del Nepal siguen recolectando la miel de la Apis Laboriosa como lo hicieron sus ancestros en tiempos pasados, evocando son sus ritos y arriesgado método de recolección, la estampa primigenia del hombre ante la mayor despensa de la Tierra…la propia naturaleza.
Aportes y Datos:
Fotos del Artículo
Web del fotógrafo Eric Valli
http://www.ericvalli.com/index.php?/stories/honey-hunters/
Web del fotógrafo Éric Tourneret
http://www.thehoneygatherers.com/html/ojos_3.html
Precioso artículo de la Web Kurioso.es
http://kurioso.es/2008/08/14/la-fiebre-del-oro-dulce-en-las-colinas-del-himalaya/
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Apis_laboriosa
J---er, estos tios los tienen bien puestos, jejeje
ResponderEliminarCreo recordar que un dia vi algo en un documental por que me suena un motón pero bueno mejor que nos lo hayas recordado y explicado como la Apis tiene esas pedazo de colmenas a esas altitudes.
No hay más remedio que buscarse las habichuelas donde haya que hacerlo, es lo que hay.
un abrazo amigo
Cierto Orthos, yo también vi un poquillo de esto y uffff, altura, miel (tengo alergia) y abejas (pican), estos hombres son unos héroes. Ya ves.
ResponderEliminarPreciosas fotos y buenísima explicación.
Ahí le has dao Jorge :)
Ya sé que hay tantas maravillas en el mundo del que no tenía ni idea, ésta es una de esas. Gracias a ti Jorge pude ver algo. Las fotos son espectaculares y lo riesgoso de esta labor hace que sea una obra de arte al natural. Qué trabajito se dan estos hombres! y todo quizás por el sustento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Jorge , esta entrada me recuerda a un documental , que hace un par de años ví , y creo recordar que era sobre una cosa parecida a esta , hay que ver las pobres personas lo que tienen que hacer para poder sobre vivír , y muchos de ellos mueren en el intento , una entrada muy interesante con unas fantasticas fotos , gracias por pasar por mi blog estos días y dejar tu lindo comentario , te deso un feliz día un abrazo y beso de Lm.
ResponderEliminarAmigo Orthos,
ResponderEliminarAsí es, la madre natura tiene sus estantes de alimentos llenos de variada y rica cosecha, pero en ocasiones busca lugares demasiado peligrosos como para cogerlos con mucho tiento.
Hay un documental genial de National Geographic sobre estas etnias del Himalaya.
Un abrazo.
Amigo Dany,
ResponderEliminarPues con tus antecedentes ni te arrimes por si acaso.
Las fotos son de los geniales artistas que vagaron por la región con estos magníficos cazadores de miel.Si tenéis oportunidad no dejéis de pasar por sus web y veréis que maravilla de fotos. Los enlaces están a pie del artículo.
Un abrazo.
Amiga Genessis,
ResponderEliminarLa etnias nepalíes tienen en la cosecvha de miel una parte importante de sus sustento vital y comercial.
Es lo que tienen y si han de buscarlo en las paredes de un acantilado, no se lo piensan y trepan arriesgando sus vidas.
Querida amiga, el primero que se sorprende de tanta curiosa maravilla de nuestro mundo soy yo. El disfrute y el goce que siento al leer tantas cosas curiosas me llena de una gran satisfacción, y enseguida pienso en qué manera poder redactar mi propia visión de los hechos para compartirlo con vosotros.
Un abrazo amiga.
Amiga Little,
ResponderEliminarYo también vi un documental fantástico sobre los cazadores de miel del Nepal y me pareció tan destacado que quise aportar mi humilde granito de arena en su divulgación.
Siempre es un placer visitar tu casa de letras, un abrazo.
El Oro Dorado del Himalaya, que gran entrada, es de caracteristicas epicas. Te agradezco por acercarnos este excelente documento, esos hombres viven una epopeya diaria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felicitaciones por este artículo. Impresionante cómo se perpetúa esta bella actividad hasta nuestro siglo, una gozada de documento gráfico. Selecto, como siempre, amigo.
ResponderEliminarmmmm con el miedo que me dan las abejas, creo que sería de los que no volvería a bajar con vida.
ResponderEliminarNo es que la abeja vaya a hacerte nada, que si, es también que a los alérgicos seguramente ese sea su último día.
Así que ole por la labor que realizan, por conservar y cuidar tan bien la naturaleza, sin destruir a su paso, pero, creo que ya hay adelantos que al menos los protejan a ellos un poco.
un besazo.
Hola Jorge, no había oído nunca llamar a la miel el oro dorado, pero caray con los esfuerzos que tienen que hacer para recolectarla jugandose la vida bien se lo merece, pero anda que la Apis no es tonta y no pone fácil que se la quiten menudo vértigo amigo, me imagino que debe estar riquísima y que se debe tener cuidado de tomar mucha, ya que por lo que dice si te descuidas te coges un colocon y no te enteras:).
ResponderEliminarMagnifica entrada como siempre amigo, gracias por compartirla con nosotros.
Besos.
Bueno yo me pregunto ¿ donde estan situados los fotógrafos para tan maravillosas instantáneas?. Lo de estos hombres (huelga decirlo) no está pagado. Es increíble que esta habilidad centenaria se esté dando actualmente. Tengo un escrito mitad poema mitad homenaje de hace tiempo que me gustaría con tu permiso reeditar para unirme a este merecido homenaje que tu les haces. Jorge. Lo tuyo tampoco tien precio amigo. Cada escrito tuyo me parece más genial que el anterior. Un abrazo recolector de genialidades.
ResponderEliminarTienes un premio en el blog jejejejeje
ResponderEliminarhttp://podemos-juntos.blogspot.com.es/2012/09/premio-de-orne.html
Como todo lo que publicas, maravilloso. Un abrazo amigo
ResponderEliminarPaso a visitar tu estupendo blog y quedo perplejo del contenido tan ilustrativo, gracias por dar a conocer las penurias de esta pobre gente, desde Jaén un saludo y feliz fin de semana
ResponderEliminarHola Jorge, cuando llegue a Madrid tendré mas tiempo para recrearme en tus entradas, este ruter apenas me deja de entrar en páginas con muchas fotos.
ResponderEliminarSabes que me encanta todo lo que publicas. Un abrazo.
Amiga Carolina,
ResponderEliminarLas vidas de estos hombres es una constante aventura diaria, donde el riesgo y la temeridad es simplemente una esquina en su recorrido.
Un abrazo y gracias por dejar tu huella en este sendero.
Amigo Vikingo en jefe,
ResponderEliminarLlevan lidiando con la Apis Laboriosa siglos de encarnizada lucha en pos de un selecto y poderoso maná sagrado para ellos, una miel terapéutica y moneda de intercambio entre las etnias de la zona.
Un abrazo amigo.
Amiga Tamara,
ResponderEliminarLos únicos que pueden subir a recolectar la miel son los denominados gurús o maestros de los diferentes grupos, y son los encargados de recolectar solamente aquellas zonas del panal que ya están maduras, dejando florecer y que las abejas continúen almacenando las partes más nuevas de la colmena. De esta manera se aseguran que mejores cosechas y mantienen intacto el equilibrio ecológico de la especie melífera.
Un abrazo.
Amiga Piruja,
ResponderEliminarUna sobredosis de esta miel, de seguro proporciona una inconsciencia duradera. Lo malo de todo esto, como suele suceder, es que su apreciada calidad está poniendo en riego tan mágica especie de insecto.
Un abrazo amiga.
Amigo Karras,
ResponderEliminarTu huella en este sendero nunca podrá borrarse, de eso estoy seguro, pero ya la echaba de menos. Me alegro tenerte de vuelta en mi espacio que es el tuyo.
Los dos fotógrafos que menciono, además de ser prácticamente los únicos que han logrado tomar instantáneas de la recolección de miel del Nepal, pues no he encontrado más aportes que los de ellos, se arriesgaron de buena manera en sacar las mejores fotos que hay de esta actividad. Convivieron con ellos durante un buen periodo, por separado lógicamente, y con ello lograron sacar un documento que me pareció de exquisita riqueza etnológica y ecológica.
Tus palabras siempre son un acicate para intentar seguir avanzando en mi intento de descubrir cosas nuevas que puedan ayudarnos a comprender lo maravillosa que es nuestra especie y el gran marco comparable que nos rodea.
Un abrazo siempre amigo.
Amigo Adolfo,
ResponderEliminarMil gracias amigo.
Amigo Miguel de la Torre,
ResponderEliminarAgradezco tu visita y huella en este humilde sendero de historias dispares y aspectos curiosos de nuestro mundo y nuestra historia.
Siempre serás bienvenido.
Un abrazo.
Amiga Lola,
ResponderEliminarTu huella siempre es un gran estímulo para mí.
Un abrazo y gracias.
Diossssss
ResponderEliminarEs escalofriante ver a esos hombres a la altura que recogen esos panales e increíble donde esas abejas anidan.
Ni remotamente conocía de la existencia de esa especie.
Abrazos Jorge, aprecio tu presencia y la sabiduría que nos compartes, mi tiempo no anda bien y aprovecho justo ahora que te veo para actualizarme.
Amiga Alborada,
ResponderEliminarGracias siempre por tu huella en este sendero que también es tuyo.
Un abrazo.
Una estupenda entrada Jorge. Personalmente las abejas, contra más lejos estén de mí mejor. Tuve 5 enjambres en mi balcón de madera , de ello hace más de 20 años, y se filtraron por toda mi casa. No se podía vivir, hasta que las sacaron.
ResponderEliminarGracias.
Con ternura
Sor.Cecilia
Hola hola, tienes un regalito en acompáñame, pásate...
ResponderEliminarhttp://podemos-juntos.blogspot.com.es/2012/09/feliz-no-cumpleanos.html?showComment=1348583487967#c2630735150446382067
Logradas y reveladoras capturas visuales.
ResponderEliminarSaludos.
De un dulce vértigo de miel, lo que nos presentas con esta nueva publicación estimadísimo amigo Jorge.
ResponderEliminarAbrazos,
Frank Ruffino
Estimada Sor Cecilia,
ResponderEliminarReveladora y desastrosa experiencia la que tuviste con los insectos rayados. No me extraña que no guardes un grato recuerdo de ellos.
Siempre es un placer ver tu huella en este sendero.
Un abrazo.
Amiga Tamara,
ResponderEliminarPaso enseguida, mil gracias.
Amigo Jorge Ampuero,
ResponderEliminarSin duda son una fotografías excelentes de dos artistas que anduvieron caminando por los senderos que transitan estas humildes y antológicas etnias nepalíes.
De ellos es todo el mérito, mío ninguno, pues solo me comporto como un humilde transmisor de historias.
Gracias por caminar por este sendero y regresa cuando lo desees, siempre serás bienvenido.
Un abrazo.
Mil gracias querido y admirado amigo por concedernos el privilegio de ser conocedores de este bello, interesante y espectacular reportaje. Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.
ResponderEliminarEstimado amigo poeta Frank Rufino,
ResponderEliminarMil gracias por dejarme tan bello reportaje musical y fotográfico de lugares tan bellos y que a mí tanta ilusión me hace.
Un abrazo sincero.
Amiga Ozna,
ResponderEliminarSi te ha gustado el reportaje me doy por más que satisfecho.
Un abrazo.
Jolines, vaya vaya, que valor chiquillo >. ResponderEliminar
Amiga Estampida,
ResponderEliminarNo sé si estará buena, que supongo que sí, pero sólo por el riesgo que corren para recolectarla, no me extraña que cuesta mucho más que otra cualquiera. Suben y rascan las nubes para quitarles el oro meloso a las rayadas Apis Laboriosa.
Genios del Nepal.
Un abrazo amiga.