J.J.D.R.
Su cuerpo se estremecía poseído por un calambre constante. Todo a su alrededor se tornó oscuro y el impacto de los proyectiles indicaba que el lugar donde se escondía rápidamente sería borrado del mapa.
Atrapado en aquella angosta trinchera, horadada en primera línea de fuego, sintió que un miedo irrefrenable se apoderaba de su ser. Varios compañeros se quedaron mirándole fijamente con un gesto de asombro. Advertido por la inesperada atención de los hombres, el joven soldado preguntó que sucedía y a qué se debía tanta mirada de extrañeza. Entonces, un compañero, incrédulo ante lo que estaba observando en el rostro del muchacho le contestó, -amigo, tus ojos están llorando sangre-.
Son las cuatro de la mañana. Llegó la hora. El sonido de los grilletes que apuntalan con escarnio sus pies y sus brazos es el único que se percibe en el largo corredor. Cuando llega a la pequeña sala una solitaria silla cual demonio con los brazos abiertos le espera solemnemente fría.
Le sientan y en un instante su cuerpo pertenece más a la silla que al mundo que le rodea. Apenas faltan unos minutos. Ha de llegar la hora exacta. La eterna pausa sumerge su cuerpo en una convulsión interna incontrolable producto del miedo, y de sus dilatadas pupilas y su pálida frente continuos y dispersos regueros de sangre cubre su rostro.
En la silenciosa sala, un tenue murmullo de asombro fue el último sonido que el reo escuchó antes de ser electrocutado.
|
Foto flickr.com |
Aunque las dos escenas narradas son productos de mi imaginación, bien podían ser el reflejo de casos ocurridos en la vida real.
El hecho de sudar o llorar sangre – aunque poco común- es un fenómeno clínico conocido como "hematohidrosis o hemohidrosis" del que existen referencias muy antiguas, como el caso de un soldado que sudó sangre antes de entrar en combate y que fue citado por Leonardo Da Vinci.
|
Imagen askipedia.com |
La hematohidrosis es la respuesta que nuestro organismo ejecuta ante una situación de estrés máximo. Nuestro cuerpo actúa provocando una descarga del sistema nervioso vegetativo simpático (reacción de alarma o estrés) causando efectos cardiovasculares y metabólicos además de una fuerte vasoconstricción cutánea y abdominal. Esto produce un masivo desplazamiento de sangre hacía el cerebro y el corazón aumentando la presión arterial del individuo. En ése instante, el organismo reacciona con un proceso de descarga vasodilatadora. Ante la necesidad de paliar la excesiva presión sanguínea de los órganos vitales, el cuerpo se defiende derivando el torrente sanguíneo hacia las glándulas sudoríparas, ahora vasodilatadas, y el tejido cutáneo. Los tejidos de la piel no pueden aguantar la presión y ceden extravasándose la sangre mezclada con sudor.
La estadística es muy concluyente con este fenómeno y la casuística indica que puede darse en uno de cada ocho millones de personas. Posiblemente la mayoría de médicos a lo largo de su experiencia clínica jamás se encuentre con un caso de estas características.
La literatura clínica y los casos que han sido objeto de estudio son muy escasos. En el siglo XX apenas se recogieron algunos pocos casos.
|
DELFINA CEDEÑO SUFRIENDO EL FENÓMENO CLÍNICO Foto life.hu |
|
TWINKLE, NIÑA INDIA QUE SUFRE HEMATOHIDROSIS Foto lomasexcite.es |
De condenados a muerte antes de ser ejecutados se conocen seis casos. Uno cuando Londres fue bombardeado y, otro más, fue el de una mujer que sudó sangre ante una situación de violación. También hay reportes de algunos soldados que padecieron los síntomas antes de entrar en combate y el de una persona que navegando se tuvo que enfrentar a una gran tormenta.
Pero si hay un personaje que ejemplariza el fenómeno de la hematohidrosis este es Jesús de Nazaret ante la terrible visión de su pasión en el huerto de Getsemaní.
El caso es recogido por el evangelista Lucas en (San Lucas 22-44) y, teniendo en cuenta que la Biblia reconoce al evangelista como Galeno (Colonenses 4:14), quizás nos sirva para entender que aquel fenómeno fisiológico sufrido por Jesús, fuera testimoniado de manera tan explicita en su evangelio y no le pasara inadvertido.
|
IMAGEN arvo.net |
La medicina aborda el fenómeno de la hematohidrosis en dos vertientes diferenciadas. La que reporta casos relacionados con estigmatizados, y el de aquellas personas que no refieren marcas relacionadas con la pasión sufrida por Cristo.
El cuerpo humano es una máquina de tal perfección que ante lo que podemos llegar a sentir mentalmente como heridas o un sufrimiento desmesurado, nuestro cuerpo es capaz de reaccionar provocando todo tipo heridas, enfermedades, e incluso en algunos casos extremos, la propia muerte.
La máquina funciona, y lo hace de manera eficaz, tanto que aún en pleno siglo XXI, no deja de sorprendernos su capacidad para solventar cualquier error en sus más íntimos y ocultos circuitos internos.
Aportes y Datos:
Acta médica Dominicana
http://www.bvs.org.do/revistas/amd/1995/17/06/AMD-1995-17-06-218-221.pdf
Docs.google.com
https://docs.google.com/presentation/d/1rUuFNs-IGsyaUr6Tg7cGiLnu401xZseul-by6QHNo_A/embed?hl=es&size=m#slide=id.g948b38e_0_48
Esacademic.com
http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/566400
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Hematidrosis
Excelente y muy didáctico tu post. Felicidades.
ResponderSuprimirHola Luismi,
SuprimirAgradezco tu huella en este sendero, siempre serán bienvenido.
Un abrazo.
Eres una enciclopedia mi niño, cada dia aprendo mas cosas. Algo sabia de lo que has escrito, pero de esta forma ya me queda mas claro. No dejes de publicar, sino me sentire huerfano de sapienza. Un beso
ResponderSuprimirNi mucho menos querido Adolfo, pero agradezco tus letras. Sólo soy curioso y me gusta compartir mis curiosodades.
SuprimirUn abrazo siempre.
Impactante...me dejaste sin palabras,Jorge.
ResponderSuprimirMuy buen post.Te felicito.
Besos.-
Gracias Morgana, me alegro que te haya gustado. La verdad es que es un fenómeno muy curioso que explica cómo se comporta nuestro organismo ante situaciones límite.
SuprimirUn abrazo.
Parece mentira, de las cosas que se entera uno. Las vueltas que nos han dado a las neuronas con le tema de Jesús y al final todo tenía una explicación científica. No me cabe duda que ante tales situaciones nuestro organismos se vea obligado a reaccionar de esta manera para paliar posibles males mayores. Yo habia oído hablar de gente que había sufrido esto pero sin saber a que era debido. Vamos que si me dice Rouco que es un santo hasta me lo creo. Que ignorancia la mía. Si no fuera por ti.... Un abrazo amigo Jorge.
ResponderSuprimirEstimado Karras,
SuprimirLa ciencia siempre intentará explicar lo que en un principio puede parecer algo misterioso. Pero no siempre lo consigue amigo, y hay cientos, miles de casos, que la ciencia no ha podido demostrar.
Entiendo que en muchos casos de estigmatizados, posiblemente la mente haya jugado un papel fundamental. Pero hay casos históricos en los que yo particularmente creo como son ciertos fenómenos de bilocación(estar en dos sitios diferentes) o la xenoglosia(hablar diferentes lenguas sin tener conocimiento de ellas) para los que la ciencia no puede dar una explicación razonable. Siempre digo que lo primero es buscar una la razón en algo misterioso o insólito. Pero cuando no se haya nada por ningún sitio, no cerremos la puerta a entender que no lo sabemos todo y que quizás hay situaciones que escapan a nuestro entender.
Siempre es un placer tenerte aquí. Un abrazo.